Los adioses, los tal vez, los te quiero, los gracias, los perdón que se quedaron atrapados y no pude decir. Estaban aquí.

domingo, 10 de mayo de 2015

"Dejar de" como terapia de choque

Y dejé de verte.
Y las calles se hicieron más calles, y el camino más corto. 
Dejé de tropezarme con tus “te prometo”,
dejé de creer en Michael Ende,
dejé que el tiempo deshiciera mis ganas de volver a verte.
Dejé de tenerte como tono de alarma desenfrenada bajo mi ombligo,

Y los semáforos dejaron de temblar,
y empecé a soñar con otro suspiro.
Y aunque perdí el norte…




Por fin he encontrado el sur.